Mi camino del autoconocimiento comienza cuando al salir del secundario me metí a estudiar psicología. Por años trabajé como psicóloga, me gustaba mucho y era muy buena.

Y por suerte a mis 27 años hice mi primera constelación, la cual me dio vuelta como una media, y me ayudó a resolver muchísimos problemas. Ahí comencé a conectar con el mundo espiritual.

Con el tiempo, tomé muchas técnicas para sanar y crecer. Y a la par comencé a estudiarlas para brindarlas. Ya que había entendido que la psicología tenía un techo. Así estudié constelaciones, decodificación, astrología, numerología, biodanza, etc.

Y mi visión del mundo se transformó. Comencé a tener un deseo profundo de conectarme con mi alma, para poder conectarme con mi deseo. Así fue que decidí darle de baja a la matrícula de psicología, ya que mi acompañamiento estaba siendo totalmente desde la espiritualidad. Lo que me llevó a replantearme qué hacía y por qué.

Y con el tiempo, fui viendo que para lo que más me buscaban mis clientes era para resolver cosas en relación al dinero y a sus negocios. Y así entendí que era necesario que enfocara mi guía por ese lado. Desde el lado energético y espiritual.

Actualmente pongo todos mis dones y sabiduría al servicio de acompañarte y guiarte en la relación con tu negocio y el dinero.

Y como te dije más arriba, tu negocio está vivo, y es la expresión de tu ser. Por ende, el mismo te va a pedir que sanes, que te transformes, que crezcas, que te expandas.

Las constelaciones nos enseñan que los negocios son hijos energéticos. Pues así como un hijo requiere que sus padre hagan terapia, sanen, se transformen, lo mismo te va a pedir tu negocio. Y lo que termina pasando es que se produce esto mágico de que al vos sanar, crecer y expandirte, tu negocio lo hace con vos.

Mi sentir es que es un camino más sencillo el de hacer el laburo emocional y energético con el negocio. Porque es como en una planta, si la misma tiene un problema, se enfermó, el “remedio” o solución se pone en las raíces en general. Es decir, en la parte que no se ve. Y eso hace que la parte que si se ve, el tallo, las hojas, frutos, se nutran de lo que toman las raíces, y crezca sana y hermosa.

Porque la verdad es que los problemas que vos creés que son del negocio, en realidad no vienen por ahí. Con muchas clientas que he trabajado, cuando no tienen más clientes, o no ganan más dinero, o de alguna manera sus negocios no crecen, es porque ellas internamente se están quedando chiquitas por alguna situación de su niña interna.

Entonces una labor en este camino es aprender a tomar tu lugar de adulta/o, y siempre volver ahí. Porque desde ese lugar tu negocio crece, avanza, se expande. Porque primero lo hacés vos. Y como consecuencia tu relación con el dinero mejora, se expande, da frutos.

Vamos a expandirnos juntas/os con nuestros negocios?